Si se piensa que el partido solo se perdió por un error
grosero de un pibe, se cae en la mediocridad del resultadismo del que nos
estamos acostumbrando. Pero la realidad habría
dicho que el empate ya era “un haber perdido el encuentro”, las ideas y
propuestas de los técnicos fueron claras durante los 90 minutos, uno atacar
tratando de tener la pelota generando jugadas y llegar al gol, el otro
plantando su jugador más ofensivo pocos metros pasando la mitad del campo y esperando
de que salga la jugada salvadora. Por todo esto el ganador era el único que
pudo llevar a cabo sus ideas y claramente Boca no lo fue, porque si tuvo la
pelota, genero algunas jugadas pero no marco lo principal.
Creo que esto tiene un razón o por los menos trato de
explicar que lo tiene, para aquellos que
solo viven del resultado del día a día dirán que el partido se perdió por la
cagada de un jugador que es un pibe, que el campeonato no se ganó por que los árbitros
nos bombearon, que se descendió porque el réferi en un partido no cobro un
penal, que se perdió una copa en un escritorio. Pero la realidad, creo se trata
de la mismísima “actitud” o la suma de actitudes en los partidos importantes.
Boca hoy perdió esos partidos que se deben ganar sea como
sea, los partidos que realmente importa, sumado que se perdió el segundo
partido que se debería haber ganado en el año.
Personalmente considero que a la actitud hay que demostrarla
más allá de una declaración. Hay claros fallos en el club, desde su presidente
principal responsable, nunca esta para dar la cara y solo es noticias cuando se
caga en los ídolos o cuando hace un escándalo en la AFA dejando al club sin representación,
espero que el socio se dé cuenta que este ciclo está terminado. Seguido su técnico, quien tiene crédito, porque es hincha y por qué grita los
goles, pero hay errores fácil de reconocer, los mencione antes, lo sigo
sosteniendo. Más allá que gane algún título en lo que queda del año, cosa que
no es para nada imposible. Sigo pensando que su ciclo tiene fecha de
vencimiento a fin de año, cuando su contrato se cumpla. Quizás no sea su
momento, quizás necesita más experiencia.
Por último los jugadores, que pueden cometer errores, que
algunos piensan más en su futuro pase que en rendir el domingo. Cuando los partidos se pierden no son errores
de los chicos sino de los grandes que no lo saben guiar.
Esto es Boca, podríamos aprender de los errores de los
demás para no llegar a eso y no solo mofarse como folklore del futbol.
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